atorm.entrando.

lo intento
o quizás no con mi esfuerzo
si apenas el pensamiento dice ‘no’
y busca una escusa
me quedo

me siento,
me siento tanto que cada latido duele
que cada pulsación
me cuesta y no logro seguir con fuerza
me siento,
tanto que la voz duele
que me hace callar cada sentimiento
me siento,
me siento respirar;


¡estoy viva!
¿estoy viva?


estoy viviendone o me está viviendo la etapa
(llamemos etapa, a no saber quién soy
a no saber cómo soy o cómo quiero ser)

[es un momento más de transición
si veo el recorrido de cuándo empezó esta última parte,
veo que fue lento , que tarde llegó el ‘darme cuenta’ lo mal que estaba, lo mal que estoy, lo mal que me hago.]


.-entrando en la tormenta-.

life is a highway

Una vez más.
Siempre preguntándome porqué pero nunca entendiendo,
ni sabiendo la respuesta.
Hoy creo que lo sé. Que tengo la idea de saber por dónde viene
es eso, es esa que está y me hace abandonarme. Porque dejar una rutina nueva que parece hacerme bien a largo plazo es una forma de abandonarme. Dónde está entonces el control de eso? No sé supone que puedo controlarlo todo? Por qué dejó que eso se vaya de mis manos y entregarme al abandono?
Que mal no quererme, tanta exigencia tirada a un costado. Con qué fin más que el verme sola y encerrada en mi mente vacía.
Quisiera que está vez fuera yo la que decide y no esa. Que sea yo quien elija no rendirme más , no abandonarme más y seguir saliendo, soltar el control , bajar la guardia, frenar con la exigencia vana.
Descontrolarse a veces es una forma de sanarse.

No quiero más que siga manejando mis impulsos esa que está ahí. Quiero superarla de una para siempre y vivir libre de autoexigencia y control.

Salir y seguir , no quedarme. Escucharme y sentirme , a mi, a quien soy verdaderamente.

Creo que con el paso del tiempo lo estoy entendiendo.

Es que hasta no asumir y aceptar lo que me pasa no lo transito. Y hasta que no pase eso sigo tapando pequeñas dificultades con esto que mi mente llama «zona de confort» y encerrarme en el autocontrol.

Es querer controlar todo. Y nada es así. Y se te va de las manos. Y entonces te volves un bichito bolita solucionando todo en tu vacío cuerpo, el cual tu alma triste quiere abandonar …y ahí te volviste una piedra , y vas por la vida con un sentir miserable … desagradable para el resto. No queriendo encajar más que en tu habitación con tus ideas …y el mundo pasa y la vida sigue y las oportunidades se van acabando porque, tontita, no te das cuenta que eso definitivamente no lo podés controlar. Que contradicción, las cosas que no controlas, son las que pueden hacerte feliz en tu pasar por la vida….

No permitas que te lleve. Que te vacíe y que te deje tan abandonada que tu alma quiera dejarte. No lo permitas, no. Empezá a controlar eso, si de control se trata. Controla tu amor , tu amor propio y a los demás. Controlarlo y sin medida, que sea más grande y tenga más fuerza que esa voz. Se vos, tu voz. ~

Re.ver.sion

“El fin justifica los miedos”

Y yo…ya le perdí el miedo! 🐝🧚🏻

…una reversión propia de la frase de Maquiavelo.

Diálogo de Burro con Shrek. ♥️

Me llevó a indagar un poco más en la reversión…y adoptar la frase así. Me gustó lo que encontré y como (yo) lo interpreté. Así que, de ahora en más, una frase de *cabecera* para tener en cuenta.

↓ esto es de una página, no mi autoría.

Pensamientos sobre los miedos.  Podemos comenzar por la paradoja de que esta sabia frase la enuncia el burro en la película Shrek, mientras ambos personajes emprenden su viaje. Pero ese no es el punto.  El fin justifica los miedos nos invita a no detenernos ante lo que se nos interpone entre nuestros objetivos y nosotros. Que el miedo no nos defina, no nos marque el camino.  Al fin y al cabo, como dice la frase, tener miedo está justificado: miedo a lo desconocido, miedo a no poder, miedo a perder. Pero que sea solo eso. Miedo.  Que el miedo no sea un motor que nos haga dar marcha atrás. Que el miedo no sea freno de mano que nos detenga en medio del camino que estamos recorriendo. Lo que debemos evitar es que el miedo nos impida alcanzar lo que anhelamos.